miércoles, 26 de noviembre de 2008

Y como se me cae la baba...!!



Siempre lo había oído y ahora puedo afirmarlo con la boca llena. No hay mayor experiencia que ser madre. Todo en tu vida se transforma, cambia y se altera. Pero cuando miras los ojos de tu hijo y éstos se cruzan con los tuyos, te dan ganas de comértelo, de meterlo en una burbuja para que no le pase nada... Es algo indescriptible.
Bueno, pues este es mi niñito lindo. Aquí está la presentación oficial.
Si tengo que hablar del parto, solo puedo decir que fue maravilloso. No me enteré de nada. El médico, matrona, anestesista y demás fueron encantadores. Y desde aquí, quiero hacer una "ola" a la maravillosa epidural. Bendito invento. Vivan los partos sin dolor, y un Olé! por aquellas madres que deciden dar a luz sin ella.
Ahora me voy a poner un poco filosófica y toca dar un pequeño sermón....
Antes de poder disfrutar de algo tan hermoso como este pequeño "tiburón", mote ganado a pulso porque cuando pilla la presa (el pecho) no hay dios que lo despegue de él, oía que los hijos son una fuente de aprendizaje para los adultos o papis. Estaba de acuerdo en algunos aspectos pero no conseguía entender otros que me nombraban. Ahora sí que los entiendo. Y que gran verdad es!. Parece mentira que algo tan pequeñito, que no puede hablar, que solo llora (y como llora...) te pueda transmitir tanta paz. Su mirada es profunda, interminable, es imposible ver en ellos maldad, desconfianza ni nada por el estilo. Solo puedes ver paz. Y esa paz te la transmite de la manera más amorosa que en toda tu vida puedas encontrar. Te magnetiza con esa mirada, con esa serenidad, con esa sencillez y para cuando quieres echar cuentas, llevas una hora abobad@, mirandolo sin poderlo remediar. Es algo maravilloso... Es lo más maravilloso del mundo.
El ver como se serena cuando lo abrazas, indescriptible. El como te reconoce por el olor, indescriptible. La sensación que te provoca verlo comer, más que ndescriptible (y como come... es el tragoncillo más hermoso).
Y así es como comienza mi nueva vida. Una vida que de momento echa de menos algunas horas de sueño, pero que no la cambio por nada.
Perdonad que no escribiera antes, pero ya podéis ver que me he convertido en una mujer muuuy ocupada... tanto tanto que ya lo oigo llorar reclamando su menú.
Un besote a todos y portaros bien...que sino viene el coco...y ya sabeis lo que ocurre...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Me alegro tanto por ti!
Es precioso tu bebé y quiero que sepas, que es un honor darte la enhorabuena. Sé muy feliz y cuídalo como tú sabes. Que saliera todo bien, me ha alegrado la noche y ver a esa ricura más. Un beso muy grande para los dos, amiga.

Anónimo dijo...

Espero que estés disfrutando mucho de tu bebé y de la Navidad. Mis mejores deseos para ti, niña. Un beso fuerte y cuídate. Ya ves que no me olvido de ti. Je, je, je. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

¡Hola amiga!, vine a dejarte mis mejores deseos para el nuevo año. Espero que hayas pasado unas fiestas estupendas y que ahora los Reyes se porten muy bien contigo. Como has sido buena, seguro que te traen muchos regalitos. Je, je, je.
Decirte también que fue una suerte para mí encontrar tus palabras en el 2.008 y que es un placer leerte. Así que no te vas a librar de mí en el futuro. Je, je, je.
Un beso muy fuerte, cuídate mucho y que te vaya bonito.
Hasta pronto y gracias por agregarme al invento de los seguidores. Je, je, je.

Anónimo dijo...

¿Este blog es ya historia? Es que es el que me sale al picar lo de los seguidores. Bueno, ya me contarás. Un beso muy fuerte y espero que vaya todo bien al otro lado. Cuídate.

Anónimo dijo...

Se te echa de menos, Medusilla. Espero que estés genial y que todo vaya bien en tu vida. A ver si das señales de vida y me cuentas algo. Un beso fuerte. Cuídate.

Anónimo dijo...

¡Hola!
¿Cómo estas?, ¿Cómo va todo?
Me acordé hoy de ti y por eso me perdí un ratito entre tus palabras.
Un abrazo desde mi humilde desván y felicidades de nuevo por ese regalo. A ver si saco un poco más de tiempo, pues últimamente estoy bastante agobiado, pero ya ves que no me olvido de ti.
Hasta pronto.

Anónimo dijo...

¿Cómo está tu precioso niño?, ¿y tú? Hace mucho tiempo que no sé nada de ti. Espero que todo marche sobre ruedas. Ya ves que no te olvido. Un beso enorme.