miércoles, 26 de marzo de 2008

Jose Antonio Delgado es el causante de esta hermosa canción. Espero que os guste...

Si supieras

Si supieras que camino con tu recuerdo anclado a mí,
que me paso cada noche esbozando tu perfil.
Si supieras que mis manos se han cansado de no hallar
esa segunda parte que complete esta mitad.

Si supieras el desorden que has dejado en mis ojos,
atropellando mi respiración con aquel beso roto.
Si supieras que de tu susurro no me logro olvidar,
y que aquel «abrázame fuerte» se me clavó como un puñal.

Si supieras que has pasado por mi vida
poblando mis canciones, desbancando heridas,
si supieras que aún conservo el recuerdo,
de aquel viejo amanecer luchando contra el tiempo.

Si supieras que te extraño... si tú supieras...

martes, 25 de marzo de 2008

Algunas mentes especiales...

Cuando era un poquito más pequeña de lo que soy ahora, llegó a mis manos un libro que hizo que mi percepción respecto a muchas cosas cambiara de color. Hoy, buscando frases para pensar, me he encontrado con este fragmento de dicho libro. Espero que os guste....

La sociedad quiere usarte como una máquina, la sociedad quiere que seas obediente. La sociedad no te necesita para que funciones como un ser inteligente, porque un ser inteligente se comportará de un modo inteligente y habrá momentos en los que dirá: ‘No, no puedo hacer esto.’

Por ejemplo, si eres realmente inteligente y consciente, no puedes formar parte de ningún ejército. Imposible. Para ser parte de un ejército necesitas, como requisito básico, ininteligencia. Por eso en el ejército tratan de destruir, por todos los medios, tu inteligencia. Se necesitan años para destruir tu inteligencia; lo llaman ‘instrucción’. Hay que atender órdenes estúpidas: vuelta a la derecha, vuelta a la izquierda, marcha adelante, marcha atrás -esto y aquello- y lo están haciendo todos los días, mañana y tarde. Poco a poco la persona se convierte en un robot, comienza a funcionar como una máquina.

Toda la instrucción en el ejército es para destruir tu conciencia, es para hacerte una máquina automática. Entonces puedes ir y matar. De otro modo, si todavía te queda un poquito de inteligencia, te darás cuenta de que la persona que estás matando es inocente; no te ha hecho nada ni a ti ni a nadie. Y debe de tener una esposa en su casa que está esperando que regrese; y puede que tenga niños pequeños, que se convertirán en mendigos; y puede que tenga una anciana madre o un anciano padre, que podrían volverse locos: ‘¿Y por qué estoy matando a este hombre? Porque el oficial dijo: “Empiecen a matar. ¡Fuego!”’

Una persona inteligente no sería capaz de disparar. Una persona inteligente podría escoger morir antes que matar a personas inocentes. La guerra ha empezado porque algún estúpido político quiere verse implicado en la guerra, porque algún político quiere poder, por alguna estúpida declaración de los políticos. ¡Él no matará!

Le llamo educación a hacer a la gente más inteligente...”

- Fragmento de: “El libro del niño: Una visión revolucionaria
de la educación infantil”
, Osho
, Editorial Debate


viernes, 21 de marzo de 2008

Un tipo llamado Ismael

Hace muchos años, más de 10, que descubrí a Ismael Serrano. sus melodías, sus letras , su serenidad y su voz me trasladaron a un mundo de imaginación donde todo era posible. Han ido pasando los años y con ellos los diversos discos que ha ido sacando a lo largo de su carrera. Si me preguntaran con cual me quedo de todos, no sabría que decir. Cada uno tiene un poquito de mis pensamientos, de mis inquietudes, de mis fracasos y de mis rabietas. Sus letras son un día a día en la vida de cualquiera de nosotros. Pero la guinda del pastel ya viene cuando llega el momento de disfrutar de sus directos. Parece como si el mundo real, el trabajo, la familia, los estudios desapareciesen. Parece como si entrases en uno de esos cuentos donde todo aquello que seas capaz de imaginar se puede hacer realidad. Hace poco, cosa de una semana, pude disfrutar del directo de su último trabajo. Y que contaros...que no sea sinónimo de increíble, de maravilloso y de fantasioso. Hablaba de una tierra llamada Peuyamén donde ocurrían diversas historias, donde la actualidad se mezclaba con la mitología, y donde cada músico representaba un miembro de tan curioso lugar. Fueron unas horas muy hermosas. Renovadoras para la tan agitada vida de éstos pobres mortales. Por ello, sólo me queda decir que gracias a él y a otros muchos (aunque vivan a la sombra) como él, podemos decir que todavía se puede disfrutar de la buena música.