miércoles, 6 de febrero de 2008

La Iglesia me aburre tanto...


Recuerdo que cuando llegó la hora de realizar la comunión, estaba muy contenta. Por fin iba a tener esa super fiesta de la que tanto había oído hablar a mis amigas. Pero jamás imaginé que para llegar a ello, había que estar un año entero yendo a unas clases de lo más aburridas y llena de preguntas sin respuestas para mi cabecita. Si a eso le sumamos que tenía que dejar mis queridas y adoradas clases de natación, os podéis hacer una idea de la ilusión con que recibí la noticia. Por suerte, mi desdicha duró semanas. He tenido la suerte de poder contar con una familia en la que la libertad de actos y decisión ha sido el pilar. Así que imaginaros mi cara de felicidad cuando mi madre me lleva a hablar con el párroco de la iglesia y le dice que abandono las clases. Volvía a tener mi vida de siempre. Pero no penséis que por ello me iba a quedar sin comunión....no señores.... Mis padres, muy enterados de como funcionaba a iglesia, fueron ha hablar con otro párroco y se pusieron a hablar. No sé de que hablarían, pero tuvo que ser muy divertida la conversación. Porque a las dos semanas yo estaba con un hermoso vestido de comunión, en una gran iglesia para mi sola, sintiéndome una princesa. Y como no...muy nerviosa porque sabía que desde que terminara todo ese rollo..venía la fiesta... y que fiesta! No faltó de nada y sobraron ganas de pasarlo bien. Esta historia, la saco a la luz, por el hecho de que me aburre tanto mamoneo que se trae la iglesia con tanto puritanismo. Ahora quieren que se reviva al feto que sufra un aborto aunque la madre no quiera. No quiero pensar en que será la siguiente ocurrencia. Se les acaba el poder que durante siglos les ha mantenido al margen de la ley. Claro está, mientras el PP no gane las elecciones. Porque con tanto ultra derechista escondido por sus rincones, acabaremos todos atontados perdidos. Pero bueno, de momento los pasos parecen ser para adelante y no para atrás. Esperemos que siga a sí como mínimo otros cuatro años más.

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